
La superficie mundial de arándanos Highbush sobrepasó las 205.000 hectáreas en 2020, y se espera que la producción continúe creciendo con firmeza en los próximos años, según el último informe hortofrutícola de Rabobank. Si bien Norteamérica, la cuna del sector del arándano, sigue siendo una región de producción relevante, las cuotas de producción están cambiando, pues Sudamérica está creciendo con fuerza y también se están desarrollando nuevas regiones de cultivo en Europa, África y Asia.
En ese sentido, David Magaña, analista principal de frutas y hortalizas para Rabobank en Norteamérica proyecta que las exportaciones globales en 2025/26 se acerquen a las 900.000 toneladas, con más del 70% procedentes de los cinco mayores países exportadores: Perú, Chile, Canadá, México y España.
El volumen total de exportación de arándano ha crecido a una tasa de crecimiento anual compuesto de cerca de un 11% en la última década. Los despachos y la disponibilidad internacionales han tenido un crecimiento explosivo en los últimos diez años, impulsados por el aumento de la producción de los nuevos actores del sector, como Perú, México, Marruecos, Sudáfrica y China, que complementan la oferta de Estados Unidos, Chile, Argentina, y la oferta local de Europa.
Desde la campaña 2019/20, Perú se ha convertido en el mayor exportador mundial de arándanos frescos, y Chile es ahora el segundo mayor exportador de arándanos del mundo. Al respecto, Gonzalo Salinas, analista principal de frutas y hortalizas para Rabobank en Sudamérica explica que Chile y Perú cuentan con un impresionante acceso de mercado, con acceso sin aranceles a China, Europa y Estados Unidos. “Estos países están bien posicionados para beneficiarse del incremento de la demanda mundial”.
En cuanto a los términos de consumo, Estados Unidos y Canadá combinados siguen absorbiendo el mayor volumen de arándanos, pero Europa es ahora el principal origen del crecimiento de la demanda. De igual manera, China encabeza el consumo de arándano en Asia gracias al crecimiento de la oferta local y de importación. El panorama de la demanda está pasando de centrarse en Norteamérica a tener diversos motores en todo el planeta.
Puesto que el mercado se vuelve más competitivo y los consumidores más exigentes, la calidad constante es vital para aprovechar las oportunidades de crecimiento. “Los programas de fitomejoramiento están desarrollando cultivares para las diferentes necesidades de frío, poniendo el foco en el sabor, la firmeza y la vida útil para atraer a más consumidores y minoristas. Los productores podrían beneficiarse de la mayor eficiencia de los insumos, los mejores rendimientos y el potencial de cosecha mecánica”, puntualiza Magaña.