
Aumento del costo de fletes representa entre US$ 3 mil y 5 mil adicionales por contenedor, dependiendo del mercado. Esto merma significativamente el margen por hectárea y, en algunos casos, significa pérdidas en ciertos momentos del año.
La industria del arándano enfrenta hoy un duro golpe dirigido desde el sector logístico y sus problemas globales. Según la Asociación de Productores de Arándanos del Perú (Proarándanos), enviar hoy un contenedor de fruta les representa un costo adicional entre US$ 3 mil y 5 mil, debido a que el alza de los fletes marítimos es de 70% con relación a los niveles prepandemia. “Esto merma significativamente el margen por hectárea y, en algunos casos, lleva el margen a pérdida en ciertos momentos del año”.
Asimismo, destacó que el alza de los fletes repercute no solo en la exportación de la fruta, sino también en la importación de agroinsumos que requieren las operaciones. “Estos costos no pueden trasladarse a los compradores internacionales, pues el mercado no permite aumentar los precios de la fruta que exportamos”, apunta el gremio.
A este problema se agrega la escasez de contenedores y cierre de puertos de destino, la poca flexibilidad de las navieras con respecto a costos asociados (como cobros por cancelaciones), la infraestructura nacional colapsada que está generando un impacto significativo en las operaciones, además de la pobre participación del Estado en su rol promotor y una excesiva regulación que afecta la competitividad del sector.
Para superar esta situación, Proarándanos dice que se requiere de una actitud colaborativa de parte de todos los actores de la cadena de valor, así como de una estrategia conjunta que permita la viabilidad de las operaciones de exportadores peruanos de todo tamaño.
En representación de las empresas productoras y exportadoras de arándanos en el país, el gremio hizo un llamado de atención para que toda la cadena de valor involucrada en la agroexportación de esta fruta pueda conocer la realidad de la situación y se pueda llegar a alguna solución que no ponga en peligro la sostenibilidad de muchas empresas que generan trabajo para más de 250 mil familias, directa e indirectamente, en más de 10 regiones del Perú.
Finalmente dijo que se necesita que las empresas logísticas, las navieras y todos los demás involucrados en la exportación de esta fruta, sean verdaderos socios estratégicos para que, juntos, se supere los problemas que esta industria enfrenta en estos momentos.