
El nivel de precipitaciones históricas registradas en verano y parte de otoño en el norte del país, debido al fenómeno de ‘El Niño Costero’, ha generado condiciones óptimas para la presencia del Mildiú en los cultivos de vid de algunas zonas de Piura, Chiclayo y Trujillo. La multinacional Bayer viene acompañando con su conocimiento y sus productos de alta residualidad y efectividad a los productores en sus estrategias de control de la propagación de este hongo, en las diferentes etapas de crecimiento del cultivo.
La intensidad de las lluvias, que estuvo al nivel registrado en el Fenómeno de El Niño de 1998, trajo como consecuencia la aparición de manchas amarillas oleosas en las hojas de las plantas de uvas del norte del país, síntoma inequívoco de la presencia del temido Mildiú. Esta enfermedad empieza con una colonización en las hojas, durante su proceso de incubación, para pasar a la siguiente fase de esporulación, cuando se observan pústulas blancas en el envés de las hojas, siendo la infección mucho más crítica y pudiendo dañar seriamente el cultivo. El ataque de Mildiú se ve favorecido por algunas condiciones ambientales, como temperaturas por encima de 22 a 25º C, una humedad relativa mayor a 70%, presencia de lluvias o agua libre por periodos superiores a las tres horas, así como suelos húmedos o encharcados por donde circularán las esporas del hongo. En el Norte del Perú, estas ‘condiciones óptimas’ se dan en verano, que va de diciembre hasta febrero o marzo, cuando se hace la poda de formación; es decir, cuando se trabajan los cargadores que van a soportar la fruta de la siguiente temporada.
En un año normal, Bayer recomienda el uso de un programa de prevención y control del Mildiú con aplicaciones de fungicidas en intervalos de 7 a 10 días en la etapa de crecimiento de la planta, desde que empieza a crecer hasta que brote la pre-flor, y, en menor medida, también en la etapa de producción. Para ello, la compañía cuenta con un portafolio de productos que se aplican de acuerdo al tamaño del brote, con el fin de atacar al hongo en diferentes puntos de su metabolismo.
Cuando recién está por salir el primer brote, Bayer recomienda Aliette, un producto de acción sistémica (acropetal y basipetal) que se aplica vía riego para incrementar los mecanismos de defensa de la planta contra patógenos. No solo controla el Mildiú, sino también ataca los hongos de madera. La planta lo absorbe y lo trasloca hacia las hojas, logrando una protección completa.
Cuando el brote tiene 5 cm se utiliza Fitoraz, igualmente de acción preventiva y curativa, de rápida acción inicial, evitando la multiplicación del hongo y nuevas infecciones. Ya cuando el brote alcanza entre 10 y 15 cm se recomienda nuevamente la aplicación de Aliette, pero vía foliar. A los 20 o 25 cm se utiliza Trivia, que es un fungicida traslaminar con poder curativo del activo Flupicolide, al que se añade el mejor preventivo protectante, Propineb, que tiene dos mecanismos de acción diferente, ideal para un manejo de resistencia de excelente cubrimiento en la hoja, formando un escudo protector, resistente al lavado de las lluvias.
En paralelo, se recomienda el uso de los fungicidas Antracol y Cupravit por ser otros mecanismos de acción preventivos. Por ejemplo, Cupravit se encarga de matar las esporas de manera inmediata. Todos ellos son de aplicación foliar y la medida usual es de 2,5 kg/ha.
Los cronogramas de control de Mildiú establecidos cada año por las agroexportadoras se alteraron por la presencia de lluvias constantes e intensas, que impidieron el ingreso de tractores para la aplicación de los productos, dejando a las plantas desprotegidas. En Piura se han reportado hasta 100 ml de lluvia por día, que son condiciones por encima de los 10 ml por día que favorece la presencia del Mildiú. Adicionalmente, las aplicaciones con tractores no pudieron ser reemplazadas por aplicaciones vía aérea (poco eficaz) o con drones (para espacios más acotados); ni tampoco se pudo realizar aplicaciones manuales, por tratarse de miles de hectáreas de cultivos. Si la hoja, que es la encargada de hacer la fotosíntesis, deja de funcionar al 100%, la planta no obtendrá los azúcares ni los nutrientes para su mejor desarrollo.
Con reservas bajas y yemas dañadas, lo más probable es que la campaña sea mala para el productor. Por tanto, la principal recomendación de Bayer fue que se utilizaran productos sistémicos que ingresaran a la planta y así no fueran lavados con la lluvia. En este caso, Trivia fue el fungicida más utilizado, pues a las tres horas de haberse aplicado ya se encuentra en el tejido vegetal. También las empresas agrícolas recibieron por consejo de Bayer que los intervalos en la aplicación de los tratamientos fueran más cortos (si antes se aplicaba cada 7 u 10 días, ahora se debían cada 5 días) y que se utilizaran productos alta residualidad, que es una de las principales características de la línea de fungicidas de Bayer. Los procesos de purificación de los activos de Bayer hacen que los productos tengan esa gran residualidad, que brinden la confianza de que el activo actuará por más tiempo, sobre todo, en esta época de lluvias intensas que impiden establecer cronogramas fijos.
La presión por la demanda de productos de control y prevención de Mildiú fue alta en las últimas semanas, para contrarrestar el ataque masivo de este hongo. De acuerdo a lo que señala César Torres, Field Marketing Head de Bayer, se buscó cubrir de manera satisfactoria todos los pedidos de sus clientes, lo que significó, en muchos casos, un gran esfuerzo logístico, debido a que las carreteras estuvieron muchos días interrumpidas y se tuvo que transportar los productos a las zonas afectadas vía aérea o por cabotaje. Era urgente que se trasladaran los productos a los campos afectados, pues en solo dos o tres días el Mildiú entra a la fase de esporulación. “Esto no significó un cambio de nuestras tarifas, pese a que se asumieron costos de los fletes y otros gastos no previstos. Tenemos clientes que consumen todo el año nuestros productos, así que no hemos querido favorecernos con la desgracia ajena. Además, somos socios, queremos que les vaya bien”, apunta Torres. Los productos se importan de Colombia, Centro América y EE UU, así como algunos de Alemania.
Las condiciones climatológicas durante el resto del año son desconocidas. La filial de Bayer en Perú solicitó consejos a su matriz de la India, país que cuenta con aproximadamente 65,000 ha de uvas y que es azotada lo largo del año por diferentes monzones. Los productores de ese país programan entre 6 o 7 aplicaciones de control de Mildiú, durante la aplicación del ácido giberélico, porque han descubierto que el alargamiento de las células deja debilitada la pared celular, lo que propicia el ataque
del hongo.
De acuerdo a esta experiencia, la firma ha recomendado a los productores locales tener al menos dos aplicaciones en esta fase del ácido giberélico. También se ha sugerido el uso de mezclas de productos como Aliette y el Trivia, que tienen mayor residualidad y que cuentan con registro de residuos máximos permitidos en los países de destino. Muy pocos productos pueden aplicarse en la etapa de producción sin que pueda ocasionar problemas de detección de trazas de residuos, durante la exportación.
En Piura existen 6,576 ha, en Lambayeque 1.687 ha y en Cascas (Trujillo) 1.800 ha de uva de mesa, según Provid. En este último lugar, las uvas de la variedad Gross Collman se produce todo el año, por lo que es necesario mantener los programas preventivos y de control de Mildiú. Los ataques muy severos de Mildiú dañan los brotes e incluso el cargador queda inhabilitado de poder producir para la siguiente temporada. El Mildiú pertenece a la familia de los oomicetos, una familia diferente al oídium. Entonces, cualquier producto que controla Mildiú, no controla el oídium, que no depende de la humedad.
Para un mejor seguimiento de la aparición de esta enfermedad, Bayer cuenta en Piura con tres estaciones en los campos de las agroexportadoras de El Pedregal, Agrícola San José y Saturno, lo que les permite tener un buen monitoreo en diferentes valles de la región piurana. Mediante modelos matemáticos, la empresa monitorea los niveles de infección en las plantas. De esta forma, Bayer puede alertar a una agroexportadora si la infección llegó o está cercana a un 100% de la incubación o si está entrando a su reproducción, para así determinar el tratamiento más recomendable que evite una mala campaña 2017-2018 de vid.