
Los sistemas alimentarios se enfrentan cada vez más al desafío de satisfacer la creciente demanda de cultivos especiales debido a los efectos del cambio climático y al aumento de la competencia por los recursos. Al respecto, un reciente estudio del Agriculture & Food Systems Institute de Washington DC, revela que las cadenas de suministro de productos procesados de papa y tomate en los Estados Unidos tendrán una mayor resiliencia con estrategias de adaptación de la siembra.
Dave Gustafson, científico que lidera esta investigación señala que se aplicó una metodología integrada que incluye modelos de evaluación climática, de cultivos, económicos y de ciclo de vida a las cadenas de suministro de papa y tomate de EE UU. En esa línea, profundiza que el estudio dejó como resultado que las papas fritas y la salsa para pasta, serán notablemente resistentes, a través de estrategias de adaptación de la siembra que evitan temperaturas más altas.
Asimismo, subraya que la huella de tierra y agua disminuirá con el tiempo debido a mayores rendimientos, y las emisiones de gases de efecto invernadero pueden mitigarse mediante la reducción de desechos y la modificación del proceso.
El investigador resalta que realizaron metodología integrada la cual se puede aplicar a otros cultivos, escenarios de consumo basados en la salud (frescos o procesados) y geografías, informando así la toma de decisiones en todas las cadenas de suministro. “El empleo de tales métodos será esencial, ya que los sistemas alimentarios se ven obligados a adaptarse y transformarse para convertirse en carbono neutral debido a los imperativos del cambio climático”, puntualiza.
Leer estudio aquí: https://www.nature.com/articles/s43016-021-00383-w