
A través de un código QR asociado, los consumidores podrán conocer a detalle las distintas etapas del proceso de elaboración y de la cadena de suministro del café que compran, así como la historias que hay detrás de cada grano.
Equipo Redagrícola
Cadena de bloques, internet de las cosas, drones, sensores y realidad virtual. Estos serán algunos de los nuevos elementos que podrían acompañar su propia tasa de café. Esa es, al menos, la idea de los cafeteros colombianos. A través de la marca y cadena de tiendas Juan Valdez, lanzaron una edición de café producido en el departamento de Meta, que se apoya en la tecnología de cadena de bloques (blockchain) para poner énfasis en la trazabilidad y transparencia de la cadena de suministro.
Esta tecnología, similar a la que utilizan las criptomonedas como bitcoin, busca facilitar el proceso de dar a conocer el historial seguido por el café que llega a las tasas de los consumidores. Esta tecnología «facilita que el consumidor conozca la historia excepcional detrás de cada café, siempre con el compromiso de los productores con la más alta calidad», según destaca la Federación Nacional de Cafeteros.
A través de los códigos QR que estarán habilitados en los molinos de las tiendas Juan Valdez, los consumidores podrán conocer la historia de cada uno de los caficultores que producen cada café: desde el tostado y empacado, hasta los beneficios y aspectos sociales y humanos que involucra el proceso de elaboración.
‘Trazando la ruta del café’
Este café, que forma parte del proyecto ‘Trazando la ruta del café’ liderado por la Federación Nacional de Cafeteros (FNC), Almacafé (brazo logístico de la FNC), las Oficinas Coordinadoras, la Cooperativa de Caficultores del Meta, la organización Trace Coffee y por su puesto Juan Valdez, busca evidenciar el impacto positivo de cada uno de los actores de la cadena de suministro, reafirmando el compromiso de la institucionalidad cafetera con el desarrollo y la promoción del café premium 100% colombiano.
En ese sentido, además de la tecnología de cadena de bloques, también entran en juego el internet de las cosas, drones, sensores y realidad virtual, que permiten recopilar información verificable y trazable de cada etapa del proceso.
Con contenidos digitales, la marca conectará a los consumidores con historias reales que les generen un vínculo especial con los productores, en un esfuerzo conjunto que representa un hito para la institucionalidad cafetera en trazabilidad al mayor nivel de detalle