
El uso de estos polímeros surgen como alternativa para el control de insectos Pseudococcidae de una forma sostenible, manteniendo además el rendimiento y competitividad de los campos de cultivo.
Ximena González V.
Los cítricos tienen un papel relevante en el medio ambiente, protegen los suelos de la erosión hídrica y eólica y ejercen un papel activo como mitigadores del cambio climático. Sin embargo, junto con el caqui (baya comestible de sabor muy dulce), sufren con la presencia de una de las plagas de más difícil manejo, los pseudocóccidos, conocidos como “Cotonet”.
Esta plaga también conocida como cochinillas harinosas, cochinillas blancas o cochinillas algodonosas son insectos en la familia Pseudococcidae, insectos «escamas» que habitan en climas cálidos y húmedos y que causa afectaciones a hojas, frutos, troncos y suelos.
De acuerdo con el artículo publicado en el portal del Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas), los pseudocóccidos ocasionan daños directos a los cultivos (debilitamiento en las plantas debido a la succión de la savia) e indirectos, favorecidos por este tipo de alimentación, que produce secreción y deposición de grandes cantidades de melazas sobre las hojas que forman un sustrato ideal para los hongos saprofitos, que cubren la superficie de las hojas disminuyendo su capacidad fotosintética y depreciando la calidad de los frutos.
Por ello, con el fin de combatir esta plaga se viene adelantando una investigación con el fin de darle manejo de una forma sostenible, segura y saludable a través del uso de polímeros manteniendo además el rendimiento y competitividad de los campos de cultivo.
Los nuevos productos ayudarán a reducir los problemas ambientales causados por la agricultura convencional, reduciendo los impactos negativos generados por el uso cada vez más generalizado de fitosanitarios químicos.
Una de las innovaciones más relevantes que aporta el proyecto es la metodología de aplicación de los nuevos productos, que tiene en cuenta las diferentes zonas de ataque en los cítricos y caquis (hoja, fruto, tronco y suelo), la dinámica estacional y los estadios de desarrollo. Así las formulaciones se desarrollarán para su aplicación foliar (por pulverización) por la empresa Idai Nature; en suelo (mediante cápsulas funcionalizadas) y en el tronco (mediante pinturas o barnices) por Aimplas. Así lo resalta el portal Fresh Plaza.
Vale destacar que el proyecto, financiado por la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), está liderado por la Cooperativa de Llíria, que se encarga de investigar la nueva estrategia de aplicación, y cuenta con la participación de Idai Nature, empresa especializada en el diseño y desarrollo de productos naturales basados en extractos botánicos y microorganismos para su aplicación en agricultura ecológica, y el Instituto Agroforestal Mediterráneo de la Universitat Politècnica de València (UPV), que analizará la eficacia del control de los pseudocóccidos en los cultivos. Por su parte, AIMPLAS aporta su experiencia en la encapsulación por adsorción y recubrimiento de los extractos botánicos naturales, así como la incorporación de ellos en matrices poliméricas.