
El gran dinamismo del sector frutícola puede llegar a generar problemas en la identificación de las plantas durante los procesos de producción, que pueden significar cuantiosas pérdidas económicas para viveristas y productores. Esta problemática es la que quiso resolver la investigadora del Centro de Estudios Avanzados en Fruticultura (CEAF) y Dra. en Ciencias Silvoagropecuarias y Veterinarias de la Universidad de Chile, Verónica Guajardo, quien en su tesis de doctorado comenzó a utilizar la técnica de PCR (´Reacción en Cadena de la Polimerasa´), para realizar análisis de identificación genética o, genuinidad varietal, en árboles frutales y que por estos días ejecuta un nuevo proyecto de innovación apoyado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA).
La investigadora explica que lo que han estado desarrollando en CEAF, un Centro de Investigación ubicado en Rengo, en la Región de O’Higgins, es similar a los exámenes de paternidad de humanos, pero lo aplican en plantas, ya que usando el ADN se puede confirmar que el ‘presunto padre’ de una planta es realmente el que uno espera. “El trabajo que realicé durante mi tesis fue desarrollado en variedades de cerezo y luego comencé a trabajar con plantas del Programa de Mejoramiento Genético tradicional de portainjertos de frutales de carozo que estaba desarrollando el Centro, para confirmar que las plantas obtenidas en los cruzamientos fuesen híbridas, es decir, que fuesen hijas del padre esperado”, relata.
Ese trabajo fue la base para el desarrollo de un servicio de identificación genética en frutales, que permite confirmar la identidad de las plantas de un vivero o de un productor utilizando PCR. En el caso de que existan mezclas de variedades, éstas se observan normalmente cuando las plantas son adultas, por lo que se generan cuantiosas pérdidas para viveristas y productores como clientes finales debido al largo tiempo que pasa antes de identificar un problema. “Actualmente, el servicio que realiza CEAF para identificación varietal permite informar a los clientes que existen errores de identificación en un plazo de alrededor de tres a cuatro semanas”, comenta Guajardo.
Gracias al apoyo de FIA, la investigadora lidera un proyecto que busca acortar aún más los tiempos de obtención de resultados con la técnica de PCR. Actualmente, en CEAF se está implementando un sistema de identificación genética de alta resolución, técnica que tiene como sigla qPCR-HRM, que se basa en el uso de equipos altamente especializados y con alto poder de discriminación. “Además de ser un procedimiento sencillo y que permite obtener resultados amigables en su interpretación, favorecerá una rápida toma de decisiones por parte de los clientes”, comenta Guajardo.
A diferencia de las técnicas actualmente utilizadas para realizar identificación genética, los resultados que se obtendrán para la verificación de la genuinidad varietal serán de mayor sensibilidad y resolución y estarán disponibles para los clientes en un menor tiempo. “Una semana, equivalente a un 75% menos de tiempo de espera promedio en comparación con los servicios actuales, e incluso creemos que podemos llegar a acortarlo a un par de días”, señala Verónica. De esta forma, se espera que la implementación de este servicio permita definir a futuro la genuinidad de más de 350 accesiones de variedades y portainjertos de cinco de las especies más importantes para la fruticultura chilena: cerezo, manzano, duraznero y nectarín, ciruelo japonés y nogal.