
Si bien es una práctica común el colocar mallas sobre las mandarinas para evitar el ingreso de las abejas y así impedir la polinización y la aparición de semillas, el uso de este sistema puede generar algunos impactos en el cultivo que se deben tomar en cuenta para no afectar los estándares de calidad y productividad que exigen los mercados. De ello se ocupó la reciente investigación ejecutada por la PUC y el Comité de Cítricos de Chile, con financiamiento de Corfo, que analizó los impactos de las mallas sobre los factores climáticos, de productividad y calidad de los frutos en mandarinas.
A nivel mundial, la mandarina es un ‘commodity’ bastante preciado. Es el cítrico que más se consume en estado fresco. Ha ido reemplazando a la naranja de a pocos por su fácil consumo. Su crecimiento ha generado algunas exigencias que años atrás no existían, como la ausencia de semillas en el fruto.
“Que antes las mandarinas tuvieran una o dos semillas daba lo mismo, porque los mercados lo aceptaban sin ningún problema. Cuando se incrementa la oferta de fruta en los mercados, éstos regulan incrementado las exigencias de calidad. Uno de los parámetros de calidad es hoy en día la ausencia de semilla en las mandarinas”, destaca la Dra. Johanna Martiz, académica e investigadora de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
La malla vino a resolver la aparición de semillas en la fruta. Sin embargo, este sistema funciona muchas veces como un invernadero para el cultivo con los respectivos impactos que eso significa. Por tanto, habrá que ajustar algunos manejos para evitar problemas en la productividad y calidad. “En el fondo estás poniendo una especie de invernadero, en especial, en el caso de las mallas completas, lo que llamamos el ‘‘netting’’, que permanece cerrado toda la temporada”, apuntó.
Por ello, la investigadora lideró un estudio que duró tres temporadas y que se realizó con colaboración del Comité de Cítricos de Chile y fue financiado por Corfo, para evaluar los efectos del enmallado en las mandarinas, en este caso de las clementinas. Tuvo por nombre ‘Sistema integrado de información para mejorar la competitividad de la industria citrícola a través del uso de malla antipolinización en mandarinas’. A partir de dicho proyecto, se elaboró el manual ‘Uso de Mallas Antipolinización en Mandarinas’.
Causas de presencia de semillas en las mandarinas
El origen de la mandarina es una sola y de allí derivó en distintas hibridaciones. Están las satsumas, clementinas y las clasificadas como mandarinas e híbridos. Martiz comenta que es importante tener identificados estos grupos para saber cuáles pueden desarrollar semillas. Mientras las mandarinas satsumas no van a tener ningún problema de semillas, las clementinas si lo tendrán al igual que cada una de las variedades que pertenecen al mal llamado –a su entender- grupo de mandarina e híbridos (W. Murcott, por ejemplo), ya que se trata de especies distintas con comportamientos reproductivos distintos por separado.
¿Por qué una mandarina se desarrolla sin semilla? La primera razón es que hay variedades y especies que presentan esterilidad gamética. Es decir que la parte femenina, el saco embrionario, es capaz de degenerar y, por lo tanto, no va a producir semilla bajo ninguna circunstancia. La segunda razón por la que una mandarina no tendrá pepa es porque puede ser una variedad triploide (3n) que son cítricos que presentan tres juegos de cromosomas, lo que genera una situación disfuncional. Estos son los únicos que son completamente estériles.
Otra razón es la autoincompatibilidad. Esto quiere decir que hay una incapacidad del tubo polínico para crecer en el estilo del mismo cultivar y que, aunque exista la polinización, es incapaz de germinar, fecundar, producir un embrión y, por lo tanto, una semilla. Esto ocurre en la mayoría de las variedades comerciales del grupo de las clementinas, Fortuna y W. Murcott.
Sin importar la razón por la cual no hay producción de semilla, los cítricos, y en este caso las mandarinas, tienen la capacidad de desarrollar fruta en ausencia de semilla debido a la partenocarpia.
En una primera fase se evaluó la eficacia de la malla contra las abejas y la polinización que demostró la eficacia de estos sistemas. La segunda parte del estudio se ocupó de analizar la influencia del enmallado en el cultivo. En la práctica significó hacer un seguimiento de las variables meteorológicas del cultivo enmallado y la influencia de éstas en su desarrollo.
El proyecto de evaluación de mallas fue realizado en la localidad de Vicuña, IV región de Coquimbo, en un huerto comercial de clementina variedad Orogrande. Los tratamientos fueron los siguientes: ‘netting’ completo, ‘netting’ removible, túnel o enmallado sobre hilera, y testigo (sin enmallar). Se utilizó malla anti abejas de 60 g/m2, monofilamento con 10% de sombra.
Si bien existen diferentes tipos de malla, para esta investigación se utilizó la malla antiabeja. De antemano, el efecto “invernadero” que puede generar este tipo de malla es un poco menor si uno lo compara con el efecto que puede causar una malla de poros más pequeños, como la antigranizo por ejemplo, explica Martiz. Sin embargo, en el tema las temperaturas, la sorpresa fue que las temperaturas máximas y las temperaturas mínima en el enmallado completo, ‘netting’, eran más extremas.
“En las máximas llegamos a tener hasta dos grados por encima del testigo sin malla. En la época de más calor, entre diciembre, enero y febrero, era más caluroso estar adentro de las mallas a mediodía que estar fuera. En tanto, en pleno invierno, entre los meses de junio, julio y algo de agosto, la temperatura mínima era más baja, le costaba más al sistema calentarse y volver a retomar la temperatura durante el día. Eso en el fondo es bueno y es malo dependiendo de la zona. En zonas donde no hiela da exactamente lo mismo. Eso te puede ayudar incluso a la coloración de la fruta, pero en zonas donde puede helar, la verdad es que no me interesa que me baje más la temperatura”, menciona.
Este fenómeno es menos marcado en el ‘netting’ removible, ya que al no tener paredes laterales existe mayor ventilación. En el caso del enmallado tipo túnel, la temperatura tiende a a ser 1ºC menor que sin malla, esto durante el tiempo en el que está colocada sobre las plantas. “En el fondo está cubriendo el árbol y está pegado y ese efecto sombra hace que baje un poquito más la temperatura”, refiere.
Inversión en la instalación de mallas
La instalación de mallas antipolinización no solo requiere de la inversión inicial, sino también involucra gastos operacionales permanentes en el huerto. El costo dependerá de varios factores, como por ejemplo el tipo de enmallado (túnel, ‘netting’) o malla (antipolinización, anti granizo, cortaviento, etc), pendiente del precio entre otros.
En el caso del enmallado tipo ‘netting’, el costo oscila entre US$12.000 a US$18.000 por hectárea. Se debe considerar la mantención anual de la malla por posibles roturas. Es recomendado para terrenos planos o con pendiente de leve a moderada.
En el enmallado tipo túnel, el costo asociado a la instalación es muy variable, según si es en pendiente, ladera o terrazas. Además que contempla de 2 a 4 personas que acompañan al operario para la instalación.
La investigadora señala que la humedad relativa del interior de las mallas se incrementa. “Este es un tema importante porque al aumentar la temperatura y la humedad relativa lo que estamos estimulando es el crecimiento vegetativo. Por lo tanto, los árboles que están bajo este enmallado completo sí o sí van a tener mayor crecimiento”, advierte.
Frente a este crecimiento vegetativo más exagerado y mucho más vigoroso, menciona que es un tema a trabajar para evitar que todo ese crecimiento vaya en desmedro de la producción de fruta. “Nosotros estamos tendiendo a la alta densidad y la verdad que árboles vigorosos no me interesan. Además consumen más agua y nutrientes, porque son más grandes”, apunta.
A este tema se suma que la malla antiabeja, según el fabricante, reduce en 10% la radiación y una menor radiación estimula más el crecimiento de los brotes. “Si bien la fruta tiene menos golpe de sol porque hay menor radiación directa, esto estimula a la planta a crecer más en busca de radiación. Entonces, se debe tener un control mucho más exhaustivo con podas y desbrotes”, menciona.
Junto con el mayor crecimiento vegetativo de las plantas bajo ‘netting’, se observó que estas plantas en general, tienden a presentar un contenido de clorofila mayor a lo largo de la temporada.
Cuando colocas la malla completa (‘netting’) en un huerto ya adulto, en un principio se reducirá la productividad, afirma. La investigadora aclara que no es que las mallas sean negativas. Ocurre que el primer año que se coloca, en resumen se está cambiando a la planta o árbol las condiciones ambientales de la inducción y, como consecuencia, tendrá menos floración.
“El mayor crecimiento vegetativo, la reducción de la radiación y los cambios en las variables climáticas influyen directamente en el proceso de inducción. En nuestro caso, la malla fue instalada a inicios de otoño y tuvimos una reducción de la producción importante.
“Pero esta es una respuesta normal, los años posteriores la planta compensa. En las temporadas posteriores las mejores distribuciones de calibre en términos de exportación, las tuvimos con la producción enmallada “, destaca.
Condiciones experimentales
Para determinar el comportamiento de las variables climáticas, se estableció un sistema de monitoreo de temperatura del aire (°C), humedad relativa del aire (kPa), y radiación solar (W/m2), a 40 cm sobre el dosel en cada uno de los tratamientos, a excepción del enmallado túnel en donde se midió bajo la malla a la altura del árbol.
Para evaluar productividad se realizó en cada temporada una cosecha de tipo comercial, determinándose producción promedio por planta (Kg), porcentaje de fruta exportable promedio por planta (calibres 1XX al 4) y porcentaje de kilos de fruta por planta de calibres más grandes (1XX al 2) en los diferentes tratamientos.
Para el análisis de calidad de la fruta se evaluaron 6 muestras de 20 frutos por tratamiento. Los parámetros externos evaluados fueron color con escala visual (0=verde oscuro; 8=naranjo), índice de russet (0=nulo; 3=alto), contenido de jugo (%), sólidos solubles (°Brix) y acidez (% con titulación con NaOH 0,1N).
El contenido de semillas promedio fue determinado a partir de una muestra de 50 frutos por repetición por tratamiento. En cada tratamiento se evaluaron 3 repeticiones, siendo la unidad experimental de 3 plantas ubicadas en la parte central de las hileras de cada sistema.
En los años sucesivos, reitera que esa situación se regula y crece la productividad no en términos de más kilos totales, sino de más kilos con calibre exportable, que es lo que interesa finalmente al productor. “Sabiendo que cuando se enmalla vas a tener una respuesta distinta del árbol, si tú la instalas desde el momento en que plantas el huerto, puedes ir manejando el árbol desde el primer año”, menciona.
En el caso de la malla túnel que se instala durante la floración, igualmente, reduce la productividad en clementina. Primero, destaca que hay un efecto directo de la malla sobre la fruta al provocar roces, generando estrés y etileno. Por lo tanto, menciona que esto gatilla la zona de abscisión, y esa fruta tiende a caer. Según lo evaluado, puedes tener entre un 20 a 30% menos de producción por este motivo.
En las mallas túneles también hay que tomar en cuenta ciertos factores a la hora de hacer las aplicaciones programadas en la campaña. Para promover la cuaja de la fruta en clementinas hay que hacer aplicaciones de reguladores de crecimiento, en este caso de ácido giberélico. Sin malla, eso significa 2 a 4 aplicaciones durante la floración. Lo concreto es que este tipo de malla sí o sí te dificultan la penetración del ácido giberélico. “La aplicación tiene que cubrir todos los rincones de la planta y la verdad es que con la malla esa eficacia se reduce. Por lo tanto, hay que tener conciencia de que en esos casos vas a tener una merma”, apunta. En la W. Murcott habrá un mejor comportamiento porque no requiere aplicaciones de hormonas para que cuaje.
Entonces, dice que en vez de hacer tres aplicaciones, lo más probable será hacer cuatro o cinco aplicaciones de ácido giberélico o incrementar el volumen de mojamiento, en el caso de las clementinas. En esta línea, recomienda procurar que el cultivo quede bien mojado, que llegue a todas las flores para reducir el impacto de la malla.
Además agrega que la fruta que está al exterior de la malla siempre va a tener un daño por el roce. Al final esa fruta ya no sirve para la exportación, refiere. La fruta con russet puede ir de 5 a 10%, y se puede incrementar incluso hasta un 30% en la medida que la malla sea retirada muy tarde posterior a la floración. “Es importante que a penas finalice la floración la malla túnel sea retirada”.
En la calidad de la fruta, en general, indica que los tres sistemas son muy parecidos. “Donde sí vimos diferencias fue en la coloración. “Efectivamente, como había visto en otros países, cuando tienes el sistema completamente cerrado, el color tiende a retrasarse de una a dos semanas y eso puede retrasar de la cosecha. Muchas veces queremos salir temprano y estar esperando color no es económicamente lo mejor”, señala.
Por lo tanto, con un sistema de enmallado tipo ‘netting’ es recomendable levantar las paredes laterales para que haya mayor ventilación y diferencia de temperatura dia/noche (noche fria) y con ello gatillar el cambio de color. “En países más tropicales da un poco lo mismo. En países que necesitamos coloración, la malla me puede retrasar de una o dos semanas a la coloración y por lo tanto retrasar la cosecha”, recalca. En cuanto la acidez, señala que ligeramente puede ser un poquito más alta con la malla.
¿Cuál es el mejor sistema de enmallado? En su opinión, para las clementinas, el mejor sistema es el enmallado completo, abriendo los laterales una vez que pasa la floración para poder tener una mayor ventilación adentro. “Esa ventilación permite que la humedad relativa no sea tan alta, que baje un poquito y, por lo tanto, así tener un sistema más armonioso en términos de temperatura y con una muy buena productividad desde punto de vista de exportación”, afirma. Siempre considerar que es importante manejar el árbol por el mayor crecimiento vegetativo.