La tecnología, desarollada por el INIA, permite planificar tempranamente episodios de sequía agrícola, lo que ayudará a las autoridades a tomar decisiones sobre las necesidades de ayuda de los productores.
Tras dos años de trabajo, científicos de INIA Quilamapu liderados por el investigador Marcel Fuentes, desarrollaron un algoritmo para predecir el vigor de la vegetación. Gracias a imágenes satelitales e inteligencia artificial, la herramienta permitirá a las autoridades regionales y nacionales, estar mejor preparadas para la toma de decisiones ante eventos de sequía agrícola.
Marcel Fuentes, ingeniero civil agrícola y magíster en teledetección, señaló que contar con información anticipada de la existencia de sequía agrícola (se ve afectada la vegetación), permite tomar medidas efectivas y planificar ayudas oportunas como la priorización de cosechas, subsidios para praderas suplementarias, entre otras.
La gran ventaja de este algoritmo es que entrega información para ser usada con una anticipación de uno, dos y hasta tres meses. Además, tiene una incertidumbre de solo 5%, transformándola en una herramienta muy confiable.
Para el caso de frutales con riego, anticipar la baja disponibilidad de agua permitirá a los productores disminuir la carga de producción, desechando tempranamente la fruta de menor calibre y dejando solo la que reportará mejores precios.
El investigador de INIA Quilamapu señaló que ahora viene la implementación del instrumento, que permitirá “pasar de la gestión de la emergencia a la gestión del riesgo, lo cual, según FAO, es cinco veces más eficiente”.
En ese sentido, subrayó la necesidad de que las autoridades consideren esta información. “Desde el 2007, a las autoridades regionales se le enviaba un boletín mensual con la información agroclimática del momento, desglosada por región; en los próximos meses, esta vendrá con la predicción de hasta noventa días, por lo que será una gran oportunidad para actuar con tiempo en caso de ser necesario”, comentó Fuentes.