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Manuel José Alcaíno, presidente de Decofrut

Urgente: “Chile necesita hacer limpieza de variedades"

El arándano chileno sigue ganando terreno a nivel mundial, con un mercado creciente como el de China y una nueva oportunidad de mercado como es India. Pero no todo brilla: proveedores como Perú asoman como una competencia real, a la que hay que contrarrestar con mejores prácticas productivas y operacionales, nuevas variedades y, en definitiva, fruta de mejor calidad.

05 de Julio 2017 Jorge Velasco Cruz

Manuel José Alcaíno, presidente de Decofrut.

La producción y venta del arándano chileno sigue creciendo. En la última temporada superó las proyecciones de los especialistas en 9% y traspasó la barrera de las 100.000 toneladas producidas. Es así que prácticamente todos los mercados de destino –salvo Latinoamérica y Canadá- aumentaron el volumen. Los envíos a Europa subieron 16% y a Asia tuvieron un alza de 56,1%, mientras que a Norteamérica levantaron en 6,8%.

El mix de clientes, sin embargo, no ha variado mucho en el último lustro. “Cuando se observa la distribución de las exportaciones chilenas, vemos que no ha habido tanta innovación en los últimos años,”, afirma Manuel José Alcaíno, presidente de Decofrut, una de las principales consultoras para la industria frutícola del país. Las más de 67.000 toneladas que se enviaron a Canadá y Estados en 2016-2017, que representan el 66% del volumen total exportado, son muy similares a las que se vendieron a este mercado en 2012-2013, y las 22.651 que se comercializaron a Europa (22% de las exportaciones) van en línea con las que se mandaron a este destino en la temporada 2014-2015.

En este contexto, cifras del Comité de Exportadores destacan en el último periodo el crecimiento del Reino Unido y Holanda, con 10% y 12%, respectivamente, mientras que estadísticas de Expordata/ASOEX muestran la disminución de América Latina en 1% en los últimos dos años, debido a la desvalorización de sus monedas locales, y de Canadá en 7%.

Uno de los destinos que va ganando terreno a pasos importantes es Asia. Si bien, según Expordata/ASOEX, pasó de ocupar el 8% de las exportaciones de arándanos chilenos en 2013-2014 a 12% en 2016-2017, hay que hacer notar –tanto en este como en los otros destinos- qué significan dichos porcentajes cuando se los relaciona con los volúmenes exportados. Porque si en 2013-2014 Chile vendió al exterior 74.224 toneladas, este año comercializó un total de 103.400. Eso, en el mercado asiático, se traduce en pasar de 6.429 toneladas a 12.500 en el mismo periodo, donde la posición de China-Hong Kong se ha fortalecido, subiendo del 70% de participación al 76%, basándose además en un volumen que se ha duplicado. El resto queda para Korea (12%), Taiwán (5%) y Japón (3%).

“El potencial chino ha sido muy interesante y se ha ido desarrollando fuertemente. En general ha habido buenos precios, debido a que es una operación mucho más cuidadosa: debe ser una fruta de cierta calidad (calibres de 14 milímetros para arriba), con un proceso logístico más complicado”, detalla Manuel José Alcaíno.

Las perspectivas, además de mirar a China, comenzaron a estar puestas en India, gracias al acuerdo fitosanitario firmado por este país con Chile y que permite exportar paltas y arándanos a dicho país de Asia. “Las relaciones comerciales de Chile con China hoy día son muy sólidas, pero no es lo mismo con la India, a donde Chile exporta volúmenes relativamente pequeños de fruta fresca. La India es un país de grandes contrastes, donde existe un porcentaje de la población con un alto poder adquisitivo y lo que se busca es que a esos niveles se pueda vender fruta con un alto precio. Pero, en el fondo, hay que desarrollar este mercado”, comenta el presidente de Decofrut. Las primeras exportaciones se concretarían en la temporada 2017-2018.

EL GRAN COMPETIDOR DEL ARÁNDANO CHILENO ES PERÚ

Con todo, Estados Unidos sigue siendo el principal destino de los arándanos chilenos. Si bien el volumen de venta hacia ese país ha ido al alza en el último tiempo (creció 17.000 toneladas en tres años), preocupa la creciente competencia que ha enfrentado en este mercado, que aprovecha el suministro en contra estación desde noviembre a marzo.

“El arándano es una fruta ícono en las campañas de comer sano en Estados Unidos y que ha tenido un gran surgimiento en los últimos 10 a 15 años. Por ello, durante un largo periodo aumentó constantemente su volumen de consumo y precio. Por este motivo, se incentivó la realización de plantaciones y el interés por participar de Chile y, posteriormente, de otros países”, comenta Manuel Alcaíno.

Está México, que entre 2005 y 2015 aumentó su producción desde 260 a casi 15.500 toneladas anuales de arándanos. Vende a Estados Unidos un volumen parejo durante gran parte del año, que crece levemente en la etapa tardía (marzo) de la fruta chilena.

Pero el gran competidor del arándano chileno es Perú. Según el Departamento de Comercio de Estados Unidos, las exportaciones de arándanos peruanos a ese país han aumentado un 494,5% en los últimos cinco años. Solo entre la temporada pasada y esta, pasó de exportar a todos los mercados desde 13.145 toneladas a 26.500 y tiene un potencial productivo de cerca de 50.000 en el corto plazo.

“Es una región donde no hay frío invernal, que es lo que se necesita para que la planta florezca y produzca bien”, dice Alcaíno. Por ello, explica, han cultivado variedades con poco requerimiento de frío como Biloxi, de gran calibre y tonelaje, pero que “no se come bien” debido a que tiene niveles de azúcar en torno a los 10 grados brix, en tanto que la fruta chilena, que no baja de 12 grados. “Sin embargo, dada la circunstancia en que la fruta de Biloxi es bonita, atractiva, duradera y que aguanta bien los viajes, es competitiva”, señala el presidente de Decofrut.

Manuel Alcaíno, no obstante, se muestra algo escéptico en relación al futuro del arándano peruano. Por un lado, la baja de precios de los últimos años podría disminuir las iniciativas de nuevas plantaciones en este país. Y, por otra parte, está el problema de la mano de obra. “Perú tiene buena disponibilidad de ella, pero también ha plantado en zonas lejanas. Hay aspectos productivos que deben resolver. No todo es tan fácil”, comenta. 

TRES MEDIDAS PARA BAJAR VOLUMEN Y SUBIR CALIDAD

El cómo desarrollarse en un mercado en el que la aparición de competidores y nuevos mercados ha obligado a subir la calidad, es una de las claves para el futuro del arándano nacional. En Chile, el 50% de la producción corre por parte de las variedades Duke, Brigitta y Legacy, que presentan buen calibre y resistencia. El problema está en la otra mitad “Chile necesita hacer una limpieza de variedades con bastante urgencia”, afirma Manuel Alcaíno, quien promueve que la industria local del arándano realice ciertos cambios para evitar que la fruta llegue con inconvenientes a los destinos donde se vende. “El mercado se ha hecho más competitivo y tiene acceso a más alternativas, por lo que no nos podemos dar lujos que antes sí nos permitíamos”, sentencia.

Actualmente, los envíos a Asia se realizan con fruta seleccionada y de variedades resistentes, que viaja en bolsas con atmósfera controlada. Sin embargo, las exportaciones a Estados Unidos son menos uniformes y de una calidad inferior, lo que acarrea diversos problemas: fruta blanda y sin consistencia; deshidratación y exceso de madurez; pudrición.

Es por ello que el presidente de Decofrut plantea diversas propuestas. La primera consiste en eliminar variedades que no tienen la consistencia para viajar como Blue Jay, Blue Ray, Blue Haven, Patriot y, en alguna medida, también la O’Neil.

A ella se suma el realizar una selección de la fruta con un calibre mínimo de 12 milímetros para la exportación. “En Estados Unidos algunos consumidores mezclan el arándano con yogur u otros alimentos, en cuyo caso la fruta chica a veces no es un gran problema. Pero en Asia, donde se come de a uno, además de llevarse a cabo una selección para que la fruta llegue en buenas condiciones, debe ser de calibres más grandes. A nivel general, la fruta pequeña ya no es requerida en los mercados”, comenta Manuel Alcaíno.

El tercer aspecto tiene que ver con la cosecha. “La madurez de la fruta no se genera en forma continua, por lo que hay que pasar varias veces por la planta para cosecharla. Por lo tanto, la primera medida es que toda la fruta que esté madura sea sacada en la pasada que corresponde, pues si se queda atrás y se cosecha la vez siguiente, va a estar sobre madura”, explica. Asimismo, recomienda no exportar para fresco el “tercer tercio” de la cosecha (una a dos cosechas finales), que tiene buena apariencia pero poca materia seca, por lo que se ablanda con facilidad. Es mejor que se destine a la industria del congelado.

Si se implementaran estas tres medidas, estima el presidente de Decofrut, bajaría el volumen exportado en cifras en torno al 20%, pero se ganaría significativamente en calidad. “El negocio del arándano sigue siendo atractivo y con buena proyección. Es un producto que tiene una alta demanda en el mundo, pero que se ha tenido que ajustar, como le ha sucedido a otras frutas. Es un negocio en el que prosperan los que hacen las cosas bien, que necesita profesionalizarse cada vez más y trabajar con la última tecnología genética y de embalajes”, finaliza Manuel José Alcaíno.

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