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Riego por cinta en Cebollas de Exportación para Bordear las 100 Toneladas por Hectárea

24 de Febrero 2017 Equipo Redagrícola

Diego Barra maneja junto con su padre una superficie agrícola de 330 hectáreas, en la Sociedad Agrícola Barra Pino Hermanos Ltda. Egresó de Agronomía de la Universidad Católica del Maule y está dando los últimos pasos para su titulación. Pese a su juventud, goza ya de reputación como productor de cebollas, lo que lo llevó a convertirse en asesor técnico de la exportadora HAAC Chile.

Red Agrícola visitó su predio El Maitén, de 25 hectáreas, ubicado cerca de Malloa, Región de O´Higgins, donde incorporó el riego por cintas enterradas.

-¿Antes hacía riego por surco?
-Sí, exactamente.

-¿Qué lo motivó a tecnificar el riego?
-El campo tiene un problema de estructura de suelo, muy arcilloso, con poca pendiente, lo que hacía que el agua no escurriera bien. El riego tecnificado nos permite poner el agua justa en el lugar indicado. Además queremos apuntar a un mayor rendimiento, más uniformidad y calidad. El riego por surcos no distribuye el agua en forma tan exacta y precisa, hay sectores que reciben más agua y otros menos, a veces fallan algunas hileras… Todo eso va provocando desuniformidad.

-¿La uniformidad es muy importante?
-Importa mucho, sobre todo si se logran calibres de mayor tamaño. El punto es complementar rendimiento con calibre.

-¿Qué tecnología específica de riego implementó y cuál fue la razón para elegirlo?
-Es un sistema que clasificaría como mixto, entre uno móvil y uno permanente. A la cañería matriz se conecta una manguera de goma que va en forma superficial y ésta alimenta a cada línea de cinta. Es un sistema muy bien diseñado para su uso en hortalizas.

Mejor tecnología, mayor productividad

-¿Qué ventajas tiene la cinta enterrada?
-Primero, que nos permite una línea fija de riego. Si estuviera superficial correríamos el riesgo de que el viento la desplazara de su lugar y perdiéramos esa línea. Además evitamos posibles daños de algunas aves y otros animales que pueden curiosear con la cinta.

-¿Cuál es el principal cambio de manejo respecto del riego por surcos?
-Para regar por surcos necesitas personas que sepan esa tarea, con mucha experiencia en el tema campo. Y actualmente es difícil conseguirlas. En cambio estoy empleando personas nuevas que tienen más conocimiento, más elaborado, con más estudios, que no tienen que haber trabajado toda una vida para manejar el sistema. Es mucho más fácil, aprovechas mejor el agua. Y lo principal: apuntamos a tener más productividad, más uniformidad en la cebolla.

-¿El tema de la fertilización y aplicación de pesticidas se te facilita?
-Demasiado. Hacemos principalmente las aplicaciones de fertilizantes vía riego. También estamos trabajando con biocontroladores como Trichoderma spp. para enfermedades del suelo, especialmente Fusarium spp. y otras que se producen por el uso reiterado con un mismo cultivo. Operacionalmente tiene muchas ventajas y también ayuda a disminuir el impacto ambiental.

Aprender con los desafíos

-¿Hubo dificultades en el proceso de cambio?
-Sí, algunas. Por ejemplo, en el transplante las personas no están muy acostumbradas a este tipo de plantación, al no estar el suelo saturado como en el riego por tendido. Además en algunos casos ubicaron la planta muy lejos de la cinta, lo cual provocó falta de uniformidad en el crecimiento. Cada vez que uno emprende un proyecto nuevo se comenten errores y es bueno darse cuenta de ellos para no repetirlos.

-¿Tuvieron asesoría para enfrentar las dificultades?
La empresa proveedora del sistema me dio apoyo técnico y logístico. Fue muy apropiado el estudio del tipo de cinta que convenía colocar y las características que debía tener. Luego de comparar con varias opciones de distintas marcas la seleccionamos por sus ventajas para cumplir nuestros objetivos.

-¿Cuál modelo eligieron?
-La cinta es una Aquatrax Toro, con emisores a 20 cm, con un caudal de 1 litro por emisor y 5 litros por metro lineal por hora. Es la cinta más delgada del mercado, lo cual facilita su renovación todos los años; prácticamente el costo de retirarla y ponerla equivale al costo de comprar una nueva. Otro aspecto destacable: la empresa se preocupa de retirar toda la cinta que no se va a ocupar, y entrega los certificados correspondientes. Un porte ambiental en una materia que nos preocupa.

-El balance es positivo…
-Lo más probable es que el próximo año aumentemos a 50 hectáreas de riego por cintas, lo que además de tecnificar el sistema nos va a permitir reducir un poco los costos, disminuir un poquito la mano de obra, que cada año va siendo más escasa, y tener mejores rendimientos.

Apuntar a más, siempre a más

-¿Cuánto es la producción estimada este año?
-Hablamos de un rendimiento exportable entre 80 y 85 mil kilos por hectárea en promedio. En riego por goteo debiéramos estar apuntando sobre las 90 toneladas exportables, por la uniformidad y el tamaño de las cebollas. En la próxima temporada tenemos pensado cambiar la distancia de plantación, porque queremos aumentar el número de plantas por hectárea y así incrementar todavía más el rendimiento. Pensamos pasar de una distancia de 75 cm entre hileras a una de 50 cm, y creemos que aun así mantendremos la uniformidad y tamaño de las cebollas.

-¿Cuál es el mercado de destino?
-El destino es exportación, incluso si en una temporada debemos renunciar a mayores expectativas de renta. Buscamos mantener a nuestros clientes y lograr un mercado estable. Nuestros objetivos apuntan a cumplir normas de calidad y de inocuidad ambiental, ofreciendo un producto de buena categoría. Proveemos a la empresa HAAC Chile, de origen español. Su sede principal se encuentra en Europa, donde distribuye los productos.

-¿Cómo se estableció el contacto?
-Partimos con otra exportadora, pero en un año en que se vio un poquito complicada tuvimos que vender parte de la producción a HAAC Chile. A partir de entonces se materializó una alianza firme, con bases bien fundadas, lo que nos ha permitido ya trabajar siete años en conjunto.

Resultados sin olvidar lo ambiental

-¿Qué tipo de cebolla usan?
-El mercado determina la cebolla. Actualmente ocupamos la variedad Pandero de Nunhems, de día largo, forma redonda, color café obscuro, tamaño medio a grande. Corresponde al tipo que en la zona se conoce como cosechera o de guarda. También estamos evaluando otras variedades de exportación, de ciclo más corto, con el fin de incorporar alternativas para llegar a Europa un poco antes. Actualmente los plazos son muy estrechos. Hay que tratar de empezar y terminar la temporada antes. Un retraso puede significar menores retornos económicos.

-¿Cuál es el precio promedio de retorno?
-En los últimos años el precio promedio que se puede esperar para exportación se mueve en un rango de 80 a 100 pesos por kilo. Con rendimientos de 80.000 kilos/ha se pueden lograr buenos ingresos.

-¿Algún otro aspecto que le parezca relevante destacar?
– La importancia de siempre querer hacer las cosas bien, de trabajar de buena manera, de tener un mercado seguro. Mi meta como ingeniero agrónomo de la Universidad Católica del Maule es cambiar un poquito el switch, la mentalidad, y mantener un programa de manejo que sea ambientalmente lo más sustentable posible. Es complicado llegar a un nivel de agricultura orgánica, pero sí que tenga el mínimo impacto. Como indiqué, ya estamos usando biocontroladores y seguimos algunas líneas de experimentación para ir disminuyendo la carga de agroquímicos en el campo, de la mano con los buenos resultados.

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