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El objetivo pasa por ser un producto de nicho

El cultivo de la palta en el sur de España, logros y retos futuros

La costa mediterránea andaluza, en el sur de España, es la única región de Europa continental con una producción comercial significativa de frutas subtropicales, que se sitúa alrededor de las 100.000 toneladas anuales. La superficie de cultivo abarca unas 17.000 ha, localizadas, sobre todo, en una franja costera de unos 100 km de longitud que corresponde al este de la provincia de Málaga y al oeste de la de Granada. La combinación de cadenas montañosas que discurren paralelas al litoral, ofreciendo protección frente a los vientos que provienen del centro de la Península Ibérica y la cercanía al mar Mediterráneo, hace que se disfrute de un clima mediterráneo subtropical libre de heladas.

27 de Septiembre 2017 José Jorge González F. y José Ignacio Hormaza U., Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea “La Mayora”, IHSM-CSIC-UMA.

La producción de frutas subtropicales en esta zona, que se ha convertido en uno de los pilares económicos de ciertas comarcas Málaga y Granada, además de un atractivo más para el turismo. Esta producción, en general, se caracteriza por una mínima aplicación de productos fitosanitarios, lo que permite acceder a los mercados europeos, principal destino de estas frutas, en unas pocas horas con un producto de alta calidad.

PRODUCCIONES ESTANCADAS

A pesar de este panorama y de las ventajas asociadas a la proximidad a los mercados europeos, la producción española de palta presenta una situación de cierta debilidad en el contexto internacional. Sobre todo, por su volumen, estancado desde hace años, que apenas representa un 1% de la producción mundial y alrededor del 10% del consumo de esta fruta en Europa, donde, atraídos por los buenos precios, la presencia de palta de otros orígenes es cada vez mayor y abarca el año entero.

Además, la apuesta por satisfacer al mercado europeo únicamente con paltas de la variedad Hass, siguiendo la tendencia en el  comercio internacional, puede llevar a España (donde esta variedad ya ocupa cerca del 80% de la superficie de cultivo), a convertirse en un mero puente para la reexportación de esta variedad al mercado europeo desde otras regiones del mundo, algo que ya se hace, al menos, cuando no hay producción de Hass española, lo que, sin duda, puede amenazar el futuro de la palta en nuestro país.

LA URGENCIA DE AUMENTAR LOS RENDIMIENTOS

Ante esto, estrategias como el aumento de los rendimientos mediante la identificación de sus principales limitantes en nuestras condiciones de cultivo o la apuesta por la calidad y por la diferenciación parecen claves para la sostenibilidad de este cultivo en España.

En este sentido, podría aprovecharse el creciente interés por el consumo de productos locales y la  preocupación por la huella de carbono, además de realizar un esfuerzo por concienciar al consumidor europeo de las ventajas de calidad de la palta española frente a la de otros orígenes, se debe tener presente otras variedades cultivadas en España que producen fuera de la temporada de Hass, es decir, entre julio y diciembre (en el hemisferio norte), y avanzar en el estudio y desarrollo de nuevas variedades con características de interés, aunque sea en detrimento de la vida poscosecha, que no debería ser una prioridad en nuestras condiciones, dada nuestra cercanía a los mercados de destino.

Además, debería recalcarse que, por la baja incidencia de plagas que tiene el palto en España, se obtiene una producción prácticamente libre de residuos químicos, lo que cada vez es más valorado por consumidores exigentes, como los europeos. A ello contribuirían factores como nuestro clima, más extremo que el de muchos de otros países productores de palta, la lejanía de España de la zona de origen de esta especie, el relativo aislamiento de la Península Ibérica de otras zonas productoras de palta o el control en frontera de la entrada de material vegetal, a lo que se une el que la producción comercial de palta en España sea bastante reciente, ya que el inicio de su expansión se produjo hace menos de 50 años, y está limitada a una superficie de cultivo relativamente pequeña.

Todo ello apunta a que, a corto/medio plazo, el futuro de la palta española pasa por convertirse en un producto de nicho claramente diferenciado de aquella que llega a Europa de países terceros. La palta española debe estar  dirigida a un consumidor exigente que apueste por un producto de calidad y cercanía. Hacia ese objetivo es al que va dirigido el trabajo que llevamos a cabo en este cultivo en el IHSM La Mayora.

Para el desarrollo de todas estas estrategias, se han realizado trabajos realacionados con la conservación y estudio de material vegetal y en la optimización de técnicas de cultivo como poda, riego, mantenimiento de suelo y fertilización, han colaborado notablemente al desarrollo de este sector en Andalucía. A lo largo de la última década, muchos de esos trabajos han continuado y se han abordado otros nuevos que tienen que ver, entre otros temas, con la biología reproductiva, con el fin de optimizar el cuajado y la retención de frutos, la utilización de herramientas moleculares para identificar variedades y portainjertos y avanzar en genómica para estudios de expresión de genes y acelerar los programas de mejoramiento genético, el control de los dos principales problemas fitosanitarios de este cultivo en España: el ácaro cristalino y las enfermedades provocadas por hongos de suelo y el impulso de la producción orgánica mediante la utilización de algunos subproductos locales.

MANEJO DEL CULTIVO

Respecto a la fertilización, se han producido avances notables en la aplicación vía suelo (con distribución manual o a través del riego, según los casos) de algunos microelementos que, de forma habitual en esta zona, muestran bajos niveles foliares y cuya aplicación vía foliar ha tenido escaso éxito. Además, en línea con los trabajos de Carol Lovatt, en California, y los resultados obtenidos por nuestro grupo en los estudios de calidad de flor, se ha constatado el interés por realizar aportaciones de nitrógeno en otoño antes de la floración y se está trabajando en estudiar su conveniencia en otros momentos fenológicos claves.

Igualmente, se han llevado a cabo avances significativos en el manejo de la poda y actualmente se está trabajando en optimizar la producción en relativamente altas densidades, teniendo en cuenta las limitaciones que se plantean al no estar autorizada la utilización de reguladores de crecimiento en esta especie, por lo que el manejo de estas plantaciones debe llevarse a cabo fundamentalmente mediante una poda y formación del árbol adecuadas.

En cuanto al riego, la baja pluviometría (inferior a 450 mm anuales) y su clara estacionalidad hacen que sea imprescindible el aporte de agua mediante riego para que el cultivo sea viable. Se ha trabajado en estudiar las necesidades hídricas en nuestras condiciones y, en el contexto actual de cambio climático, con predicciones de una disminución de las precipitaciones en la región productora de palta en España, se está trabajando en intentar optimizar aún más el manejo del agua mediante una determinación de los puntos clave en los que se necesita un mayor aporte en base a la fenología del cultivo, así como en la búsqueda de portainjertos más tolerantes a aguas de peor calidad.

Sin embargo, esos avances deben de ir acompañados de la búsqueda de fuentes adicionales de agua ya que las perspectivas futuras de disponibilidad de agua para riego en la zona productora de palta del sur de España no son halagüeñas. Entre ellas, se encuentra la utilización de aguas regeneradas de depuradoras o de aguas desaladas de origen marino.

CONTROL DE ENFERMEDADES DE SUELO

El control de enfermedades de suelo se centra principalmente en Rosellinia necatrix, especie polífaga que, aún cuando está presente en varios países productores de palta, solo en España ha sido descrita como una enfermedad seria en este cultivo. Una de las estrategias de control se basa en adaptar el manejo del cultivo para crear condiciones que perjudiquen el desarrollo del hongo, como el riego alterno o el uso de acolchados orgánicos. Además, en colaboración con el IFAPA de la Junta de Andalucía, se ha llevado a cabo la selección de genotipos con tolerancia a este hongo, que provienen tanto de la colección de paltos locales existente en el IHSM La Mayora como de árboles escape (únicos supervivientes en manchas de infección natural detectadas en plantaciones de palto) procedentes de portainjertos de semilla. Actualmente, estas selecciones se están testando en campo, plantadas, junto a patrones sensibles, en parcelas afectadas por el patógeno, y también se está evaluando su comportamiento como portainjerto de Hass, en comparación con patrones comerciales.

Daños del ácaro cristalino en hojas de palto. A la izquierda la hoja sin presencia de la plaga y a la derecha, la imagen muestra, los daños que deja la plaga en las hojas.

CONTROL DEL ACARO CRISTALINO

El ácaro cristalino (Oligonychus perseae) lleva siendo, desde hace unos años, la única plaga realmente preocupante del palto en España. Otra especie emparentada con ella, el ácaro marrón (Oligonychus punicae), también está presente en esta zona, pero sólo provoca daños serios de forma esporádica, aunque, en los últimos años, sus ataques parecen haberse intensificado. Ambos ácaros, aun cuando se han descrito como invasores potenciales de otros cultivos, se comportan en España como plagas relativamente exclusivas del palto, al que provocan daños a nivel foliar, sin afectar a los frutos.

El ácaro cristalino es relativamente reciente en la costa mediterránea andaluza, ya que fue detectado hace menos de quince años, y su aparición causó una enorme conmoción entre los productores de palta por la aparatosidad de sus daños y la rapidez con la que se extendió por toda esta zona productora. Además de las dificultades para su control, este forma en el envés de la hoja nidos, cubiertos por una tela que los protege, tanto de los condiciones ambientales como de posibles enemigos. Por la alimentación de los ácaros, estos nidos se acaban transformando en manchas oscuras de forma más o menos circular que, primero, suelen localizarse a lo largo de los nervios de la hoja y, después, ocuparían también las zonas internerviales, pudiendo llegar a afectar a una gran parte de la superficie foliar, lo que, además de disminuir la capacidad fotosintética de la hoja, podría causar su caída prematura.

Para el control de esta plaga, además de un enfoque convencional basado en la evaluación de distintos acaricidas comerciales, se ha realizado un importante esfuerzo de investigación, en el que han participado nuestro grupo y el de Entomología del IFAPA, orientado a la identificación de depredadores naturales presentes de forma espontánea en las plantaciones de palto.

Como consecuencia de estos trabajos se ha conseguido identificar varios depredadores potenciales de la plaga, pero entre esos depredadores destacaban dos especies de ácaros fitoseidos no exclusivas del palto, Neoseiulus californicus y Euseius stipulatus, cuyas poblaciones aumentaban como respuesta al crecimiento de la plaga, aunque con diferentes características de depredación sobre ella, ya que mientras  N. californicus es capaz de romper la tela que cubre los nidos de este ácaro para alimentarse de huevos y formas móviles, E. stipulatus no puede penetrar en nidos intactos y debe aprovechar las aperturas que abren otros depredadores o atacar formas móviles que se desplazan fuera de los nidos.

A partir de estos resultados se viene desarrollando dos tipos de estrategias de control biológico de esta plaga: una, basada en la aplicación de polen como alimento alternativo para E. stipulatus, bien a través de cultivos intercalares de polinización anemófila, como el maíz, bien mediante pulverizaciones de polen de abeja a la copa de los árboles; otra, orientada a fomentar la presencia en la cubierta vegetal de especies en la que se produce una cría natural de N. californicus por depredación sobre artrópodos que no atacan al palto.

APROVECHAMIENTO DE SUBPRODUCTOS LOCALES

Teniendo en cuenta la buena respuesta del palto a la aplicación de acolchados orgánicos, se han estudiado los efectos sobre la producción de un cultivo ecológico basado en un acolchado de 7 cm de espesor de cáscara de almendra, un subproducto de la agroindustria local. Tras quince años desde la primera aplicación y con nuevas aportaciones cada cinco años, se ha constatado que ni el rendimiento por árbol ni el peso medio del fruto han disminuido respecto a un manejo convencional, entre otras razones, por los beneficios que este acolchado tiene, a largo plazo, sobre las propiedades químicas, físicas y biológicas de las capas superficiales del suelo. Además, se ha comprobado el interés de distintos compost a base de residuos de la producción de guacamole (huesos, pieles y medios frutos), para la producción de plantas de vivero de palto.

Ensayo con diferentes portainjertos que se está desarrollando en La Mayora, Málaga.
Tras la elaboración del guacamole, con los desechos se ha elaborado un compost y realizado ensayos para conocer el comportamiento de las plantas.

MATERIAL VEGETAL

Desde el punto de vista varietal, se vienen estudiando las selecciones más sobresalientes de los programas de mejora de California e Israel, cuya evaluación estaría muy avanzada, y algunas selecciones, procedentes en su mayor parte de México, Chile, California y España, muy parecidas a Hass, probablemente originadas por mutación de ésta, cuya evaluación está comenzando. A la espera de todos estos resultados, estamos convencidos de que, combinando adecuadamente las variedades actualmente disponibles, es posible producir palta de calidad prácticamente durante todo el año, lo que, al menos en los mercados locales y pensando, sobre todo, en la población europea que nos visita, puede tener un claro interés comercial y publicitario para el conjunto del sector.

Respecto a los portainjertos, además de la evaluación agronómica de algunas selecciones de interés por su productividad o por su tolerancia a hongos de suelo, principal objetivo de un ensayo que comenzó el año pasado en una parcela del IHSM La Mayora, en el que todos los portainjertos se injertaron sobre Hass, está previsto realizar nuevos procesos de selección atendiendo a esos criterios y otros nuevos, como el uso de agua de mala calidad, que puede ser un escenario futuro muy probable en zonas de producción de palta con bajas precipitaciones, como el sureste de España.

El estudio del comportamiento del material vegetal se complementa con su caracterización molecular. Todas las accesiones conservadas en nuestras colecciones se identifican inequívocamente mediante marcadores moleculares y están en marcha trabajos de estudio de la diversidad genética de la especie a lo largo del continente americano. Igualmente se está trabajando en la secuenciación del genoma de la especie para poder asociar regiones de ADN a caracteres de interés.   

Esta combinación de estudios fenotípicos y moleculares ha servido para optimizar la colección de germoplasma de palta del IHSM La Mayora mediante su remodelación y ampliación para adaptarla a las exigencias de la Oficina Europea de Variedades Vegetales, que ha designado a este centro el de referencia en Europa para la realización de los exámenes DHU (distinción, homogeneidad y uniformidad), que se exigen para el reconocimiento y la protección de nuevas variedades no solamente de palta, sino también de otros cultivos subtropicales como el mango o el chirimoyo.

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